viernes, 31 de octubre de 2008

RUDYARD KIPLING


Si...


Si puedes mantener la cabeza cuando los otros
Han perdido la suya y están culpándote,
Si puedes confiar en ti cuando los demás dudan,
Pero, a la vez, eres indulgente con sus dudas;
Si puedes esperar y no te cansas de esperar,
O, siendo odiado, no te entregas al odio,
Y, aún así, no presumes demasiado ni hablas demasiado sabiamente.

Si puedes soñar y no permites que tus sueños te gobiernen;
Si puedes pensar y no haces de tus pensamientos tus aspiraciones;
Si puedes enfrentarte al Triunfo y al Desastre
Y tratas a esos dos impostores como si fuesen lo mismo
Si puedes soportar que la verdad que has dicho
Sea retorcida por bellacos para ser convertida en una trampa para necios
O, al contemplar como se rompen las cosas por las que diste la vida,
Te inclinas a rehacerlas con herramientas gastadas.

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
Y arriesgarlas en una tirada de dados,
Y perderlas, y empezar otra vez desde el principio
Y no rechistar nunca acerca de tus pérdidas
Si puedes forzar tu corazón, tu nervio y tu fuerza
Para que te sirvan aún después de que se hayan ido
Y te sostienes cuando ya no queda nada en ti
Excepto la Voluntad que te hace decir: "Resiste".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud
O caminar entre reyes sin perder el contacto con la gente,
Si ni los enemigos ni tus amigos pueden dañarte,
Si todos los hombres cuentan contigo, pero ninguno de ellos demasiado;
Si puedes llenar el inexorable minuto
Con el equivalente a sesenta segundos de distancia recorrida,
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
Y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

im-presionante! ¿De dónde sacas tantas cosas interesantes?
Muy a tener en cuenta.

PAYMON dijo...

:)

Anónimo dijo...

¡Jo, que chulo! Tan simple y tan difícil ¿No? Kipling, asignatura pendiente...