Decadas despues es en Japón donde toda una legión de artistas han elegido ese camino para expresar sus obsesiones, ya sea la busqueda de belleza, de la fragilidad, del absurdo, de oscuros deseos, de inocencia, o un casi infinito catálogo de sensaciones y sentimientos.El caso es que estas creaciones atrapan, no se trata solo de la escultura en sí, es la iluminación, la vestimenta (o ausencia de ella), el encuadre y la fotografía...que conforman un todo a veces fantástico, a veces terrorífico, pero siempre atrayente.Y si no que le pregunten a John Zorn.
Akiyama Mahoko:
Katan Amano:
Koitsukihime:
Ryo Yoshida:
Shimon Yotsuya:
3 comentarios:
Uf, uf, uf!!! cómo se puede conseguir estos ambientes tan sólo (¿tan sólo?) con muñecas...si es que la sola palabra ya no tiene una connotación positiva y cariñosa, a mí la palabra "muñecas" ya me inspira sensaciones de miedo...las que has presentado son todas geniales...esos ojos, sin vida pero que te observan, sin duda...aishh!!
.....y la muñecas cobraron vida y se comieron al hacedor de este blog.
¿Dónde andas chato?
Superados unos problemillas de conexión a internés he vuelto para purgar vuestra alma...
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